¡Aquí la historia! No he podido resistirme con esas palabras xD
Historia
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En un pequeño reino de HIELO, una princesa de NIEVE se encontraba aburrida mortalmente. No había ni un solo minuto en el que pudiese salir de su halcoba y deleitarse con la irresistible ciudad helada. Según le habían contado, en esta época de año que era NAVIDAD, había puestos de comida en todos los rincones. Comida tradicional como lo eran las TARTAS navideñas, los dulces típicos y las comidas saladas como la sopa de MAGIA. Si, habéis leído bien, sopa de magia. La princesa nunca la había probado, pero aseguraban que en tu lengua sentías un cosquilleo como el de un primer beso.
Así pues, la princesa se deprimía más y más al ver que no podría salir de esas cuatro paredes. Pero, entonces, algo asomó por su balcón y se dio cuenta de que era un señor del fuego. Tan sorprendida quedó, que no pudo evitar soltar un pequeño gritito. El señor del fuego era lo opuesto a ella. Podría derretirla tan pronto como se acercara. Por eso, la pequeña princesa retrocedió hasta chocar con la pared.
—Hola, pequeña princesa de nieve. ¿Te importaría venir conmigo? —preguntó entonces él. Ella no sabía lo que decir. Siempre le habían advertido de que esos señores podrían ser peligrosos para su salud y, sin embargo, ella sentía una terrible curiosidad por saber lo que planeaba esa criatura de fuego.
—¿Y para qué? —preguntó ella casi sin quererlo.
—Para enseñarte la FELICIDAD. —contestó risueño.
La princesa de nieve no puedo declinar la oferta puesto que había dicho algo que ella carecía. La felicidad nunca había estado con ella hasta ese momento, el cual se prolongó demasiado. Sin pensarlo más, ella se acercó a él con cuidado para no quemarse y ambos descendieron por el tronco de un gran ÁRBOL helado. Después, atravesaron la ciudad y la princesa por fin vio con sus ojos lo que era la navidad. Dulces, tartas, sopas de magia... ¡Lo probó todo! Y no se arrepintió en absoluto porque se estaba divirtiendo. Por fin comprendía que, estar encerrada no le llevaría a la felicidad y que, ese hombre de fuego tan distinto a ella, no lo era al fin y al cabo. Sin embargo, al LLEGAR a un claro de bosque helado, el hombre de Fuego desapareció momentáneamente dejando sola a la princesa. Cuando ésta quiso darse cuenta, frente a ella tenía una gran NUBE esperando para que subiese. Y en lo alto de ella, se encontraba él, el hombre de Fuego.
Sonriendo, ambos recorrieron el cielo nevado gracias a la nube y la dicha completa vino hacia la princesa de nieve.
—Señor, ¿quién es usted? —le preguntó ella con sincera curiosidad.
—Solo soy el espíritu de los corazones de todas las personas que desean el bien a los demás. Quien da calor y alegría a las personas. Y tú, pequeña princesa, me faltabas. Por eso te saqué de tu encierro, para que encontraras la felicidad en esta época del año.
Ante sus palabras, ella no pudo evitar estar realmente agradecida y juntos recorrieron la paz y la felicidad. Dejando atrás todo lo negativo y lo amargo. ¡FELIZ NAVIDAD!
Última modificación realizada por LadyGual (El 27-12-2014 à 14h00)