1-Gigante; 2-Rosa; 3-Desesperado; 4-Moda; 5-Magia; 6-Numeros; 7-Hadas; 8-Cabello; 9-Ansiedad.
Una GIGANTE sombra lo perseguía por el bosque. La ROSA que llevaba para su amada se le cayó en la huida. Se detuvo brevemente a unos metros pensando si volver atrás para recogerla, pero la criatura estaba cada vez más cerca. DESESPERADO continuó su camino.
A la lejanía ve un claro en el bosque, a pesar de estar demasiado agitado hace un último esfuerzo para llegar. Al ser tocado por la luz es transportado mágicamente a un pequeño pueblo. Literalmente pequeño ya que es un pueblo de pequeñas criaturas fantásticas. La mayoría parecen humanos pequeños, pero con extraños colores de piel, algunos con alas, otros con mucho pelo. El empieza a caminar de puntillas por las estrechas calles del pueblo, teniendo cuidado de no dañar nada ni a nadie. Llega a un tienda con el cartel "Artículos de MODA, MAGIA, y cosas varías". El se agacha para poder visualizar su interior. En la pequeña tienda no hay nadie más que un pequeña señora de piel rosada trabajando en una maquina de coser.
- Madame Zia, la estaba buscando, necesito su ayuda.
La pequeña señora levanta la mirada al oir su nombre y observa los enormes ojos verdes del joven que la observa. Refunfuñando deja su trabajo y chasquea los dedos. El joven disminuye mágicamente de tamaño apareciendo dentro de la tienda.
Madame Zia: - Seguramente te manda Stoner, ese viejo brujo es el único humano que te pudo haber dicho como encontrarme.
Joven: - Así es señora, pero solamente después de mucho suplicarle ya que si fuera un simple motivo el que me trajera, el anciano nunca hubiera abierto la boca sobre su existencia.
Madame Zia parece interesarse e invita al joven a sentarse para que le cuente su historia.
Joven: - Cometí un grave pecado señora. Yo soy un simple plebeyo pero me enamore de la hija del señor de mis tierras. Al confesar mi amor, fui descubierto por su padre antes de que ella pudiera decirme si era o no correspondido. El me humilló y empezó a insultarme por ser un plebeyo. Yo no sabía como reaccionar ante esa situación, hasta que él me ordenó que me inclinara ante él. Me negué a hacerlo y el amenazó con mandarme a la guillotina. Intente irme, pero el bloqueó mi entrada mientras llamaba a los guardias. Forcejeamos y...
Madame Zia: -Lo mataste accidentalmente. Una muerte de un humano no es algo de mi interés, ni siquiera si ese humano era un rey.
Joven: - Ahora soy un fugitivo... vivo escapando pero hay una sola cosa de la cual no puedo huir: El amor que siento por la princesa. Necesito saber que iba a responder esa noche.
Madame Zia: - Mataste a su padre, si en algún momento te amó, ahora te odia.
Joven: - Ya no hay manera de cambiar el pasado, pero mi alma sanaría solo con quitarse la duda de cual hubiera sido su respuesta esa noche.
Madame Zia: - No comprendo porque viniste hasta mí.
Joven: - Hay una recompensa por mi cabeza con más NÚMEROS que los que sé contar. Soy perseguido por toda clase sujetos, entre ellos criaturas malignas. Por más que lo intente no puedo entrar a mi antiguo reino sin enfrentarme a grandes peligros: Ellos saben que deseo volver para ver a la princesa.
Madame Zia empieza a reírse cinicamente.
Madame Zia: - Es un grave error que cometen los humanos al pensar que las HADAS somos criaturas buenas.
Madame Zia chasquea sus dedos. Mágicamente el CABELLO del joven empieza crecer rápidamente. El joven se ve confundido. Madame Zia mira divertida el espectáculo. El joven siente un dolor en su pecho, mira con ANSIEDAD al hada. Su rasgos comienzan a cambiar, en la medida de que su pecho empieza a crecer, sus cintura se estiliza y se ensanchan su caderas. Poco a poco el joven se convierte en una mujer.
Madame Zia:- Así dudo que tengas problemas para entrar a tu antiguo reino... También vendo vestidos en mi tienda si te interesa jajajaja
Antes de que el.. la joven pueda reclamar, el hada vuelve a chasquear los dedos, y la joven vuelve a aparecer en el oscuro bosque. Ve a unos metros la rosa que perdió antes de su desventura, se agacha a recogerla. Intenta contener sus lagrimas pero una recorre sus mejillas. Por su espalda aparece la sombra gigante que la perseguía. Ella la oye llegar y se da vuelta con horror, cayendo al suelo, indefensa. Sus ojos horrorizados se cruzan con los de la criatura, pero esta tras unos segundos se aleja, ignorándola. La joven respira aliviada y continua su camino por el bosque.